martes, 16 de junio de 2020

LA TRANSVERSALIDAD DE GÉNERO EN LA POLICÍA NACIONAL

El reto de esta semana sobre transversalidad de género aplicado a nuestro entorno laboral me parece realmente interesante.


Actualmente me encuentro trabajando en una comisaría de Policía Nacional y, a pesar de ser uno de los cuerpos en los que la representación femenina es más notable (9.500 mujeres policía, más del 15% de la plantilla) podemos observar que, a medida que se asciende profesionalmente la presencia de mujeres disminuye considerablemente.


Para mí crear transversalidad de género implica crear políticas, medios o situaciones propicias para garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, por lo que es necesario analizar detalladamente todas las situaciones y estudiarlas para poder acceder sin desigualdad.


¿Por qué no ascienden las mujeres? ¿Qué es lo que obstaculiza a las mujeres el desempeño de puestos directivos o de mando?


Cierto es que las dificultades que debe superar una mujer para poder ascender son mucho mayores que las  de un hombre en sus mismas circunstancias, y sus oportunidades, por lo tanto son menores. La presión que se debe soportar cuando se intenta el ascenso jerárquico, unido a la necesidad de demostrar constantemente su capacidad profesional por el hecho de ser mujer,y la incomprensión del resto de la organización, hacen que el ascenso se convierta en una aspiración menos atractiva para las mujeres que para los hombres policía.


No olvidemos que para poder ascender en la carrera policial no basta con preparar y optar a una oposición, sino que se necesita un informe de los mandos, y en este caso en general, los informes de los mandos, incluso en el caso de ser positivos, suelen cuestionar su posible eficacia como mando. Las mujeres policías han de luchar, muchas veces, contra la reticencia de sus propios mandos.


En la sociedad actual, en todos los ámbitos y por lo tanto también en éste, las pocas mujeres que acceden al poder lo tienen que hacer demostrando que son más duras que los hombres; han tenido que socializarse y mimetizarse en una cultura machista, empleando sus mismos métodos, muy lejos de las habilidades propias o deseadas.


La capacidad de trabajar en equipo, de reconocimiento hacia los demás, la empatía… son actitudes que las propias mujeres trasladan tanto en la vida privada como en la profesional. 


A pesar de esto, y de sus innumerables ventajas, el techo de cristal sigue existiendo. Mujeres policías con mayor titulación que sus propios mandos varones se encuentran sin poder optar a un ascenso en su carrera profesional. Son las mismas mujeres, muchas veces, que en vista de tantas dificultades y luchas desisten de sus aspiraciones cansadas de tantos retos, además del sentimiento de culpa que se crea en el momento que se les hace elegir entre la maternidad o la carrera profesional.


Porque es cierto que aparentemente no existe discriminación en el acceso a esos puestos, pero si observamos con detenimiento podemos detectar discriminaciones indirectas, discriminaciones por omisión.Como por ejemplo cuando se decide un sistema de promoción basado únicamente en el tiempo efectivo de trabajo. Este sistema perjudica más a las mujeres debido a que presentan una mayor tasa de absentismo, bajas (maternidad), reducción de jornada, excedencia por cuidados a personas mayores…


Para ascender en la Policía Nacional, además de opositando en cada convocatoria se debe presentar cierta disponibilidad durante el ejercicio, cosa menos frecuente en las mujeres que priorizan otras cosas, como la familia, a pesar de que su gesto se traduzca en el escaso compromiso o interés de liderazgo. 


Por todo ello creo que es necesario aplicar la transversalidad en los procesos selectivos y procurar reducir aspectos que indirectamente afectan a la promoción de la mujer policía.


Para impactar en las 3Rs dentro de la Policía Nacional, es decir, en los Roles, Recursos y Representación de las mujeres y hombres podríamos proponer lo siguiente:


  • Roles: poner en valor aspectos como la capacidad de trabajo en equipo, la empatía, el reconocimiento hacia los demás como valores esenciales para ejercer el liderazgo y el mando; y no sólo la firmeza, la ambición o la dura competencia.

  • Recursos: dotar de medios, formación, flexibilidad a las mujeres en los procesos de promoción y modificar su sistema para hacerlo totalmente justo para ambos sexos.

  • Representación: promocionar la presencia femenina en la representación de la  los altos cargos de la Policía Nacional, hacerlos más visibles y participativos públicamente.

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